Las monedas digitales de banco central (CBDC) pueden suponer una automatización de la política monetaria, lo cual puede ser clave en caso de que se produzca una nueva crisis como la originada por la pandemia sanitaria del coronavirus. De esta manera, los estados tendrán mayores opciones a la hora de apoyar su economía de una forma rápida y eficiente. Una trazabilidad eficiente permitiría a estas naciones hacer frente a actividades ilícitas, tráfico de drogas y evasión fiscal.
A lo largo de todo el planeta más de 60 países trabajan en sus respectivas monedas digitales. La economía más grande del mundo, los Estados Unidos, se encuentran enfrentando a sus dirigentes, que discuten sobre este asunto, incluyendo las stablecoins y la regulación de la industria criptográfica. Además de un dólar digital, los criptoactivos han logrado despertar cada vez más la atención de las autoridades y de los políticos estadounidenses.
La Reserva Federal quiso destacar en agosto del año 2020 la importancia de investigar y experimentar acerca de este tipo de activos para poder comprender tanto sus oportunidades como sus riesgos. Las iniciativas llevadas a cabo en los últimos tiempos hacen que desde EEUU se observe muy de cerca el potencial de las CBDC.
El gobernador de la Junta de la FED, Lael Brainard, se pronunció al respecto en los siguientes términos: “Dado el importante papel del dólar, es esencial que la Reserva Federal se mantenga a la vanguardia de la investigación y el desarrollo de políticas con respecto a las monedas digitales del banco central. Al igual que otros bancos centrales, continuamos evaluando las oportunidades y desafíos, así como los casos de uso de una moneda digital como complemento del efectivo y otras opciones de pago”.
Desde entonces se han ido publicando diferentes avances y el dólar digital está más cerca de lo que parece.
La situación en otros países
China, la segunda potencia económica más grande del mundo, lidera la fase de pruebas del yuan digital, que ya es utilizada por 140 millones de usuarios, tal y como han desvelado las últimas informaciones. En el caso de Europa, el Banco Central Europeo aún no ha dado grandes avances en este sentido, si bien ha querido recalcar que sigue trabajando en este sentido y que se espera que el euro digital pueda llegar a ser lanzado en el año 2024. Aún así, iría con retraso frente a otras grandes potencias del planeta.
En este sentido hay que tener en cuenta que el euro digital probablemente será diseñado como un medio de pago en lugar de como un activo de reserva de valor como sucede con Bitcoin.
En cualquier caso, un informe del Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha afirmado que más del 80% de los bancos centrales ya están investigando una CBDC.
Las primeras CBDC
El primer producto asociado a una moneda digital a nivel global que ha sido una gran noticia es el sistema de tarjeta inteligente Avant que ha creado el Banco de Finlandia y que tuvo lugar en el año 1993, pudiendo ser considerado el primer CBDC.
Estas se basaban en una tecnología de tarjetas inteligente similares a la empleada actualmente con las tarjetas de crédito y débito. Aunque el sistema fue desarrollado por el banco central, finalmente se dividió y fue vendido a bancos comerciales.
En lo que respecta a las CBDC tal y como las conocemos en la actualidad, la primera ha sido el Sand Dollar emitido por las Bahamas, que se convirtió, en octubre de 2020, en el primer CBDC en circulación en todo el mundo, tras haber culminado con éxito las pruebas realizadas a lo largo del año 2019 en las islas de Exuma.