La Agencia de Servicios Financieros (ASF) de Japón propondrá al Gobierno de su país un aumento de las regulaciones relativas a la emisión de stablecoins como el USDT, de la empresa Tether, para el 2022. En el caso de que se apruebe la propuesta de la ASF, las únicas entidades que tienen atribuciones para emitir criptomonedas estables en Japón serían los bancos y las plataformas de pagos y envío de remesas.
Las instituciones que cuentan con el apoyo de la ASF ante otros emisores convencionales de stablecoins están obligadas a cumplir con ciertas obligaciones a nivel legal. Entre los requisitos para poner en marcha procedimientos para evitar el lavado de dinero y las políticas de identificación de cliente KYC.
Otra obligación que tienen las entidades financieras como bancos y compañías de transferencia de dinero en Japón es la de disponer de mecanismos de protección para los bienes de sus clientes. De esta forma, los riesgos de pérdida de fondos se minimizan.
Aunque las autoridades financieras de Japón han ido regulando en mayor medida el uso de criptomonedas en su territorio, existen varios factores que hacen que tenga cierta atención a las stablecoins. Uno de estos factores es la cantidad de dinero que se mueven. Además, la tensión en los mercados internacionales ha ido creciendo por los diferentes respaldos financieros como los pagarés.
Regulaciones a monederos de USDT y otras stablecoins
La emisión de las stablecoins no es el único objetivo al que tienen pretendido hacer frente las autoridades de Japón. La ASF también tiene la intención de ajustar las medidas regulatorias a monederos y otros intermediarios en transacciones relacionados con stablecoins. Lo que permite inferir que los exchanges también se encontrarían en la mira.
La premisa principal de la ASF para dar un paso en este sentido es la prevención del lavado de dinero por medio de criptomonedas como USDT. Para ello, las plataformas que participen en la recepción, envío y resguardo de stablecoins; y debe cumplir con procedimientos de verificación de identidad, además de reportar transacciones que puedan resultar sospechosas.
De esta manera todo parece indicar que aquellos exchanges y monederos que ya operan con stablecoins podrán continuar haciéndolo, siempre y cuando sigan cumpliendo con los requerimientos establecidos por la ASF. No obstante, para los emisores de este tipo de activos, todo ello es menos optimista. A pesar de todo, algunas empresas buscarán ajustarse a las exigencias de las autoridades niponas dentro del marco legal establecido.
Mientas esto sucede, Japón continúa avanzando para tener su propia moneda digital de banco central. El Banco Central de este país dio inició en el pasado mes de abril a las pruebas del yen digital. Aunque por el momento no hay muchos detalles técnicos acerca del tipo de red sobre la que se encontrará esta moneda, siendo una solución que muchos bancos centrales del mundo están analizando y en las cuales se encuentran trabajando.
La unión de los megabancos japoneses
Un consorcio de aproximadamente 70 empresas japonesas, incluidas las instituciones financieras más grandes del país, han unido sus fuerzas para comenzar a probar y lanzar una nueva moneda digital basada en el yen digital en el año fiscal 2022. Esta nueva moneda digital, llamada DCJPY se encontrará respaldada por parte de depósitos bancarios y dependerá de una plataforma común para así agilizar grandes transferencias de fondos y liquidaciones entre las empresas que forman parte de ello.
En este consorcio se encuentran presentes diferentes megabancos nipones, los cuales trabajan de manera conjunta para tratar de crear una alternativa a las monedas digitales y buscar así nuevos métodos de pago e inversión para los usuarios e inversionistas japoneses.