La postura del Banco Central de Rusia con respecto a bitcoin y las criptomonedas en general parece que ha ido suavizándose con el paso de las semanas. Elvira Nabiullina, titular de la entidad financiera ha indicado recientemente que está de acuerdo con que los activos digitales sean utilizados para poder hacer frente a pagos de compromisos internacionales.
Ella misma aseguró que su postura es la de no permitir el uso de bitcoin y las criptomonedas como medio de pago en el país. Sin embargo, esta postura no se extiende a lo que se refiere a acuerdos internacionales, ya que considera que si no penetra en el sistema financiero ruso, sí que es posible hacer uso de las mismas,
De esta manera, tanto ella como la vicepresidenta primera del Banco Central de Rusia, Ksenia Yudaeva, no se oponen al uso de criptomonedas para transacciones internacionales. Este es un claro cambio con respecto a las opiniones vertidas tiempo atrás.
La funcionaria rusa se ha manifestado de acuerdo a lo que ya había informado el Ministerio de Finanzas del país durante el pasado mes de mayo, cuando reconocieron encontrarse valorando la posibilidad de hacer uso de activos digitales para llevar a cabo pagos internacionales por las limitaciones de liquidez que tiene su sistema de pagos tradicional en la actualidad.
Esto también fue sugerido por Pavel Zavalny, jefe del Comité de Energía, quién se refirió a la posibilidad de aceptar la criptomoneda para poder vender recursos energéticos como petróleo y gas. En este sentido, parece que hay un acuerdo entre los funcionarios rusos o una postura común de acuerdo al uso de las criptomonedas con la finalidad de poder eludir así las sanciones internacionales. En todo caso, es necesario que haya consenso entre las diferentes partes para la toma de una decisión definitiva.
Criptomonedas para eludir las sanciones de Occidente
Todas estas palabras muestran un claro cambio en la postura del organismo regulador de Rusia, sobre todo si lo comparamos con sus palabras a comienzos del presente año. Por aquel entonces consideraban que bitcoin y el resto de criptomonedas eran unas amenazas importantes para el bienestar de los ciudadanos rusos y a la propia estabilidad del sistema financiero.
Entre otros aspectos hablaban de que este tipo de activos digitales tenían las características de una pirámide financiera y que se encargaban de limitar la soberanía de la política monetaria de Rusia.
Sin embargo, aunque el banco central ha mostrado una postura más radical contra las criptomonedas y este tipo de proyectos, parece que en las últimas semanas la situación ha cambiado y que ahora están más comprensivos con respecto al uso de este tipo de activos.
Es importante tener en cuenta que la propuesta de prohibir bitcoin fue previa a la invasión de Rusia a Ucrania y desde ese momento la situación ha cambiado de manera más que notable. De hecho, la acción bélica de Rusia sobre Ucrania ha hecho que el país sufra numerosas sanciones económicas por parte de Estados Unidos y Europa para que el gigante euroasiática no emplease bitcoin.
De hecho se llegó a hablar del papel que podría tener bitcoin como medio para poder saltar las medidas económicas, algo que el banco central aún considera con cierto recelo a pesar de que se considera que es una buena manera para poder eludir dichas sanciones.
Hay quienes aseguran que con estos activos digitales los millonarios de Rusia podrían burlar los bloqueos financieros utilizando exchanges de criptomonedas descentralizados para movilizar sus fortunas fuera de Rusia a través de inversiones en activos, así como en compras de bienes y servicios. No obstante, por el momento no ha ocurrido.