Ucrania, una de las naciones que se formó a partir de la Unión Soviética (URSS), ha evolucionado considerablemente a lo largo de las últimas décadas, en las que ha logrado convertirse en toda una potencia económica y cultural en Europa del Este. De hecho, en el año 2016, el Banco Central de Ucrania (BCU) anunció que entraría en el mundo de la tecnología blockchain a través de su propia criptomoneda CBDC.
Tras pasar por un periodo de recesión en 2016,. el Banco Central decidió dar a conocer sus planes para convertirse en una referencia económica en Europa del Este. Para lograrlo, anunció que apostarían por la tecnología y las criptomonedas.
Aunque no es el primer país que apostó por disponer de su propia CBDC, sí que se encuentra en una fase más avanzada que otros países en investigación y desarrollo.
La creación de E-Hryvnia
El Banco Nacional de Ucrania anunció por primera vez en noviembre de 2016 su intención de emitir un CBDC, indicando por aquel entonces que la intención era integrar la tecnología blockchain en los sistemas de dinero electrónico del país.
De acuerdo a sus informes, el país buscaba crear una nueva alternativa fiable y viable con respecto a los pagos con tarjeta de crédito, que siguen siendo las más utilizadas en las transacciones digitales. Aunque todo estaba pensado para que se empezase el proyecto en 2017, finalmente se retrasaron los planes.
Desde un principio, el CBDC de Ucrania, que recibe el nombre oficial de E-Hryvnia, nace con la intención de convertirse en un sustituto directo de la moneda fiduciaria del país, de manera que los ciudadanos que así lo deseen podrán intercambiar entre esta última en efecto y la criptomoneda sin pérdidas de valor.
Asimismo, el Banco Central indicó que esta CBDC solo se podría utilizar como intercambio, descartando que se pueda emplear para almacenar valor o como instrumento de rendimiento.
Llegado el año 2018 se inició un programa piloto con la criptomoneda, para lo cual se emitieron tokens por valor de unos 200 euros, en una blokchain temporal que se puso a disposición de los participantes.
Los CBDC están centralizados en todo momento, desde que son emitidos hasta que ya se encuentran en circulación. De esta manera, la autoridad sobre las mismas está presente por parte del banco central. Así pues, es el Gobierno el que puede determinar límites con respecto a su transacción y propiedad en la billetera, algo que no ocurre en el caso de Bitcoin y otras criptomonedas similares.
Posteriormente, en 2019 se llevó a cabo un nuevo programa piloto con la finalidad de que su nueva CBDC llegase en el año 2020. La principal preocupación de los organismos es la forma en la que funcionaría junto al sistema bancario tradicional.
Las CBDC traen grandes novedades a la sociedad, empezando por la eliminación de la necesidad de poseer una cuenta bancaria, como sí ocurre en el caso del sistema financiero tradicional. Esto puede tener claras consecuencias para los bancos, ya que las instituciones financieras, que son la base económica de cualquier país, puedan notar la pérdida de la importancia de las cuentas bancarias propiamente dichas.