El proyecto de una moneda digital del banco central turco (CBDC) se conoce desde el 2019, sin embargo, un reciente e inesperado anuncio, es el encargado de reavivar la expectativa sobre la denominada lira digital.
Pese a la inestabilidad política que ha acompañado a la industria blockchain en este territorio, lo cierto es que Turquía se ha destacado por manejar un alto nivel de adopción de las criptomonedas, lo que obedece sin duda, a la puesta en marcha de un camino alterno para hacerle frente a la importante crisis económica que allí se vive.
En el 2021 inician las pruebas para la CBDC de Turquía
Con la visión de transformarse en un centro financiero de talla mundial, esta nación situada en Asia Occidental, se encuentra gestionando complicaciones asociadas a tasas de inflación de hasta un 14%, pero esto no ha sido obstáculo para avanzar en la iniciativa por parte de su Banco Central, de lanzar una criptomoneda propia.
Por lo tanto, se ha conocido una revelación por parte de, Naci Agbal, gobernador del banco central, en la que comenta que ya se ha finalizado la investigación “conceptual” sobre una moneda digital del banco central turco (CBDC), lo que permite pasar a la ejecución de pruebas prácticas.
“Hay un proyecto de I+D iniciado sobre dinero digital”, según dos medios locales. “Actualmente se ha completado la fase conceptual de este proyecto. Nuestro objetivo es comenzar las pruebas piloto en la segunda mitad de 2021″, dijo Agbal.
El potencial cripto en la economía turca
Hoy en día, cuando la emisión de monedas digitales por parte de los bancos centrales es una tendencia propia de la era digital en la que nos encontramos, el concepto de flexibilidad pareciera extenderse al punto tal, de suavizar rotundamente las posturas frente a las criptomonedas y Turquía es un buen ejemplo de ello.
Con la tecnología blockchain como aliada y los ciudadanos haciendo un uso trascendente de los dispositivos móviles para llevar a cabo operaciones financieras, la verdad es que es apenas lógico, que se estén encausando esfuerzos para ir un paso más allá.
Ahora bien, tras la meta de adjudicarse alguna especie de ventaja competitiva, emitir una moneda digital propia y respaldada por un banco central, es algo que se viene replicando a lo largo y ancho del planeta, y por supuesto, Turquía no quiere quedarse sin su dosis de poder.
Ante la notable eficiencia de una CBDC respecto a los movimientos financieros tradicionales, se ha llegado a sugerir que una ventaja de su puesta en marcha, radica justamente en la creación de herramientas para que el estado consiga el anhelado control de los diferentes flujos de efectivo.
Dado lo complicado que ha sigo lograr que la lira se vuelva mucho más atractiva, apostarle a una lira digital, pareciera ser la estrategia elegida para sacar provecho a la confianza que se han sabido ganar, criptodivisas como el Bitcoin.
Finalmente, es propio recordar, que inicialmente se habían propuesto los últimos días del año 2020 como la fecha para poner en marcha las mencionadas pruebas, por lo que hay un claro retraso.