Solicitar un préstamo bancario para invertir en Bitcoin, corresponde a una alternativa arriesgada, ya que de la misma manera en la que puede arrojar grandes frutos, también puede desajustar de manera significativa las finanzas personales.
Es probable que aquellos que se reconocen como usuarios de criptomonedas, entiendan las fases alcistas de las mismas como momentos cruciales para acumular y a continuación, disfrutar de un buen rendimiento. Sin embargo, no siempre se cuenta inmediatamente con el capital que ello demanda y es ahí, donde puede darse el planteamiento de acudir a una entidad bancaria.
Asumir una deuda para comprar BTC
Ante el gran terreno que han cedido las opciones financieras tradicionales, los inversores poco a poco se han dejado seducir por Bitcoin y todas las ventajas que representa, tanto así, que cada vez se habla más abiertamente, de comprar BTC a través de préstamos con bancos.
La decisión es realmente compleja, ya que se identifica en ella una similitud con una especie de apuesta en la que, si se tiene suerte, todo estará bien, mientras que, si las cosas no salen de la manera planeada, deberán enfrentarse grandes problemas.
Ante la promesa existente de que BTC va a disfrutar de una ruta exitosa en el futuro cercano, asumir una deuda para acercarse más al disfrute de su poderío, es algo que causa polémica y que algunos no se atreven a admitir en público, el por lo menos haberlo considerado.
En el lado menos bueno de esta idea, se encuentra un hecho innegable y es que definitivamente, no hay manera de predecir si todo lo que hay de por medio para el flujo y rendimiento de Bitcoin permanezca inmutable, tanto como se necesita.
¿Inversiones con rasgos de locura?
No se puede ignorar que, pese a su gran volatilidad, el BTC cuenta con la particularidad de revalorizarse y salir a flote en sus momentos más difíciles. Siendo esto mismo, lo que contribuye a que se extienda una especie de positivismo masivo que puede llegar a desconocer plazos, intereses y comisiones.
Para que la elección no sea catalogada como locura, los expertos en el tema coinciden, en que la opción es viable siempre y cuando la persona disponga de algún respaldo para hacerle frente al movimiento, en otras palabras, de no recibirse las ganancias esperadas, el inversor no estaría sometiendo su presupuesto a desafíos económicos desequilibrantes.
Así las cosas, mientras que Peter McCormack, quien se desempeña como podcaster de What Bitcoin Did reveló que había comprado 2.55 Bitcoin con un préstamo de USD 46,250 con la expectativa de que tendría que pagar más de USD 57,000 en seis años, Vitalik Buterin hizo énfasis en lo siguiente:
“Por favor, no hagas cosas como esta. NUNCA recomendaría a nadie que obtenga un préstamo personal para comprar ETH u otros activos de Ethereum”.
Ciertamente, el riesgo de un descenso inesperado siempre estará latente, de manera que nunca dejará de ser una probabilidad, el asumir una deuda con una entidad centralizada y a continuación, no disponer de los recursos esperados para hacerle frente.
