El Gobierno de los Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra Rusia debido al conflicto que este país mantiene con Ucrania, con la finalidad de tratar de evitar que pueda tener acceso a capital extranjero. Esto ya lo hizo en el año 2014, cuando Rusia invadió Crimea. Por aquel entonces, Estados Unidos decidió prohibir hacer negocios con los bancos rusos, así como con empresas relacionadas con el petróleo, gas, etcétera. Todo ello tuvo un gran impacto sobre la economía rusa. En aquel momento se cifraron las pérdidas en 50.000 millones de dólares.
La diferencia de 2014 con respecto al panorama actual, es que en esta ocasión Rusia podría utilizar las criptomonedas para eludir sanciones. Hay que tener en cuenta que las sanciones son una de las herramientas más poderosas de los Estados Unidos y el resto de países europeos para poder influir en el comportamiento de aquellas naciones que no son aliadas suyas.
En el caso de Estados Unidos, acostumbra a llevar a cabo sanciones como herramienta diplomática aprovechándose de que el dólar es la moneda de reserva a nivel global; y por lo tanto se utiliza en los pagos de todo el planeta. Sin embargo, los funcionarios del Gobierno de los EEUU son conscientes de que el potencial de las criptomonedas puede hacer que las sanciones tengan un menor impacto. Por esta razón, desde el Gobierno estadounidense se está tratando de tener un mayor control sobre las criptomonedas.
Para aplicar sanciones, un Gobierno procede a la elaboración de una lita de empresas y personas que los ciudadanos deben evitar; y cualquier que sea sorprendido relacionándose con un miembro de esta lista puede llegar a verse envuelto en importantes multas. Sin embargo, la clave de cualquier programa de sanciones está enfocado en el sistema financiero mundial.
Los bancos del mundo, claves a la hora de aplicar las sanciones
Los bancos de todo el mundo juegan un papel fundamental a la hora de aplicar las sanciones. La razón es que pueden conocer de dónde procede el dinero y hacia dónde se dirige; y con las leyes contra el blanqueo de capitales tienen la obligación de bloquear aquellas transacciones en las que se ven involucradas entidades que están sometidas a sanciones, así como a informar aquello que ven las autoridades.
Sin embargo, el hecho de que los bancos sean, en este sentido, los ojos de los Gobiernos, puede hacer que se apuesta por las criptodivisas; y es que el boom de las monedas digitales hace que se puedan llevar a cabo movimientos de forma anónima.
Las entidades bancarias tienen que hacer cumplir las normas KYC (conozca a su cliente), y con ello incluyen la verificación de la identidad de sus clientes. No obstante, los intercambios y otras plataformas que se encargan de facilitar los movimientos de compra y venta de criptomonedas y activos digitales son, en muy pocas ocasiones, tan efectivos como los bancos al hacer el seguimiento de sus clientes; y esto sucede a pesar de que deberían seguir las mismas reglas.
En el caso de que decida eludir las sanciones, Rusia cuenta con diferentes posibilidades ene l terreno criptográfico. Así lo han dejado claro los expertos que consideran que el país tiene diferentes vías para poder comerciar sin tener que recurrir al uso del dólar.
Una de las opciones es el rublo digital, que es la moneda digital de banco central que está desarrollando el gobierno ruso; y con la cual espera comerciar de manera directa con otros países que decidan aceptarlo sin tener que convertirlo antes en dólares. Además, también se ha hablado de posibles técnicas de piratería informática para poder robar criptomonedas y recuperar los ingresos que hayan perdido por las sanciones.