Aunque pueda resultar un poco paradójico plantearse este cuestionamiento, en medio de un mercado que ha creado las condiciones para que la criptomoneda BTC se quede con el estrellato, lo cierto es que, en términos financieros, la legalidad siempre será un punto determinante.
Sobre si usar Bitcoin (BTC) es legal o no, corresponde a un tema de constante debate que tiene que ver directamente con las regulaciones que cada país establece al respecto. Ahora bien, si se tiene en cuanta que se trata de una moneda digital descentralizada, entonces ciertamente, las cosas se complican un poco pues la realidad demuestra que no hay normativas claras vigentes al respecto.
El Bitcoin como divisa digital legal
Ante un concepto tan único y diferente como el que introdujo Bitcoin, se han inspirado cambios sucesivos para efectuar los ajustes que esta nueva perspectiva financiera demanda, es así, como autoridades correspondientes en muchas latitudes buscan la regulación de su uso.
Usualmente, la industria cripto se sacude cada tanto, por cuenta del anuncio de novedades legales en puntos geográficos específicos, lo que demuestra que no ha sido posible lograr un consenso y que cada país, lo restringe o no, siguiendo un criterio propio.
Entendiéndose como un activo, algunas autoridades centrales financieras se han fijado en el y han realizado cambios para la protección de los usuarios, mientras que otros sectores mantienen su posición de incredulidad y desconfianza.
Con el reconocimiento de la FinCEN de Estados Unidos de BTC como moneda virtual convertible, se dio un aval para que todas las transacciones donde participa este activo se encuentren en el marco de lo legal, Canadá también ha hecho lo suyo al legislar sobre criptomonedas, igualmente Japón, Irán, Malta y Australia.
Regulaciones y normatividad
La carencia de bases legales para las criptomonedas, es algo que se discute constantemente debido a que difieren sustancialmente de los activos que cuentan con el tradicional respaldo del andamiaje institucional.
Dada la extrema volatilidad que las acompaña y que en ocasiones dispara su precio a cifras récord, suele decirse que no son buenos valores de reserva y que, por lo tanto, no son confiables para la inversión de un capital.
En este orden de ideas y reconociendo el alto contenido especulativo que involucran, buena parte de los países del mundo han debido informarse para emitir directrices al respecto que los hacen en ocasiones amigables con estas divisas y a veces obstáculos infranqueables.
Puesto que la comercialización de Bitcoin y sus similares no cesa, ha pasado a ser un pendiente para las autoridades fiscales emitir una posición al respecto, ya que de ello depende que los usuarios puedan desenvolverse o no dentro de lo que a nivel general se reconoce como legal.
La censura de países como Bolivia y Ecuador contrasta con el sí rotundo de muchos otros territorios, de manera que pasa a ser menester de cada individuo informarse de acuerdo a su ubicación si esta moneda puede ocuparse con naturalidad, lo mismo que la tributación que posiblemente podría acarrear su amplio campo de gestión.