La Comisión Europea (CE) está preparando una nueva propuesta que buscará dar un nuevo giro a la visión que diferencia la tecnología blockchain de los criptoactivos. De esta forma busca dar forma a un nuevo marco legal de las criptomonedas cuya intención es la que tenga una forma similar a la que la tienen los productos financieros tradicionales del mercado de valores.
Así lo creen los expertos, que consideran que desde el organismo continental se está debatiendo sobre la regulación europea sobre este tipo de activos digitales, cuyos borradores se conocieron en el pasado mes septiembre. Todos los especialistas coinciden al asegurar que el nuevo proyecto de la Unión Europea nace para responder a las necesidades de que exista una regulación del sector en el viejo continente.
De esta forma, la UE busca que las empresas no puedan seguir operando a sus anchas y que se encuentren con una normativa que regule su actividad. A nivel competitivo, la homologación de la normativa puede tener ventajas competitivas con respecto a otras regiones.
Sin embargo, existen asuntos relacionados con ello que hace que haya cierta preocupación para el ecosistema. Aunque es positivo que se pueda hablar de los criptoactivos y se creen nuevas definiciones para cosas que ya existen, se cree que se trata de un intento por encasillar la actividad que se da en la industria de las criptomonedas.
Similitudes con el mercado de valores
El reglamento propuesto por la UE se basa en una misma línea normativa a la que rige el mercado de valores. Dicho de otra forma, la Comisión Europea busca con ello equiparar el sector de las criptomonedas con el entorno financiero tradicional.
Esto supone un error, ya que es importante saber que los productos y servicios que nacen a partir del mercado de los criptoactivos no son iguales a los del mercado de valores. De hecho, están regidos por unos principios diferentes. Un ejemplo, es que el manejo de una billetera hace que el usuario tenga la responsabilidad de guardar sus claves a buen recaudo; y si no lo hace puede perder su dinero. Esta filosofía no se entiende en el mercado de valores.
Si nos paramos a observar las exigencias generales del proyecto, es un gran cambio para las empresas de la industria criptográfica. La razón es que pasarán de no tener ninguna regulación a tener que hacer frente a una extensa normativa.
Esto será algo complicado para algunas empresas, si bien lo normal es que nos encontremos ante un nuevo escenario en el que tengan un plazo de unos 18 meses para poder ir adaptándose al nuevo reglamento. Esto implicará, por ejemplo, que las empresas se verán obligadas a contar con una oficina física radicada en alguno de los Estados miembro de la Unión Europea así como una entidad legal. Además tendrán que cumplir con otras numerosas obligaciones, aunque a muchas empresas no se les exigirá contar con una licencia para poder operar. Las mayores exigencias se encontrarán en aquellas que estén relacionadas con las stablecoins.
