Después de que hace un mes el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decidiese dar su aprobación a la Ley de Activos Financieros Digitales (DFA), ahora llegará una reforma que hará que la minería de Bitcoin sea legal. Sin embargo, prohibirá que reciban recompensas por su actividad.
El MInisterio de Finanzas del país propuso diferentes modificaciones para esta ley, que prohibía el uso de todas las transacciones con activos digitales, limitando el uso a tres casos en concreto: herencias, operaciones relacionadas con bancarrotas y ejecuciones judiciales.
Medios locales aseguraron que la finaliidad de la reforma es legalizar la minería de Bitcoin. Sin embargo, con una particularidad: los propios mineros no podrían recibir remuneración alguna. En el caso de hacerlo podrían ser multados con hasta 1.300 dólares y siete años de cárcel. Además, en el caso de las personas jurídicas, la multa puede ascender a 13.000 dólares.
Una gran duda al respecto es que, ante esta situación compleja, no está claro como los mineros recibirían los incentivos. Puede que se opte por crear algún tipo de estructura jurídica que les pueda resultar interesante, pero esto implicará unos riesgos considerables en forma de multas y prisión.
La finalidad de modificar la ley que fue recientemente aprobada es un tanto contradictoria. La minería de criptomonedas se sostiene a través de los incentivos que reciben los mineros como retorno de su inversión. Si se prohíbe el pago directo de los incentivos se genera una incertidumbre al respecto, ya que habría que ideal algún mecanismo para realizar el mantenimiento de la red.
Rusia se queda con los bitcoins
Es difícil determinar cómo las reglas que permiten el uso de equipos para la minería en Rusia pero luego no se pueda recibir el pago con la moneda digital. De esta forma, de acuerdo al planteamiento inicial, los mineros que sigan desarrollando su labor, verán como los bitcoins de recompensa van a parar al Gobierno ruso. En teoría estas autoridades serían las que recibirían los fondos, descontarían impuestos y las usarían para el crecimiento del país.
Un gran problema, aparte, es que si no hay transparencia en la asignación de los recursos, se generaría corrupción. Además, hay que tener en cuenta que desde el Gobierno del país no estarían obligados a transferir las criptomonedas. En su lugar podrían enviar el dinero fiduciario.
Hay que tener en cuenta que en Rusia solo las granjas de minería más pequeñas reciben el pago en criptomonedas. Las de mayor entidad reciben el pago en moneda fiduciaria mediante transferencias bancarias.
Asimismo, hay que mencionar que Rusia es el tercer país del mundo en la minería de criptomonedas. No obstante, las regulaciones que el país está aplicando a las monedas virtuales está generando mucho debate, causa de la gran confusión existente acerca de las mismas.
Resulta confuso que el Gobierno considere a Bitcoin legal, pero no permita utilizarlo como método de pago. Para este, es un mecanismo de inversión, solo accesible para aquellos operadores que estén cualificados. Para ello se basan en las disposiciones que emite el Banco Central.
