Uno de los grandes quebraderos de cabeza para todos aquellos que viajan de un país a otro es la gestión de las divisas. Las comisiones con bancos y casas de cambio pueden llegar a ser muy tediosas, además de tener en cuenta que en la gran mayoría de países se procede a cambiar una divisa extranjera, que generalmente es el dólar estadounidense, por una divisa local.
Esto es así en gran parte del mundo, si bien no ocurre lo mismo en Zimbabue, donde tiene como divisa local una moneda que no existe para el resto del mundo. El tipo de cambio no se encuentra en la red y tiene tan poco dinero en cash (efectivo) que el 80% de las transacciones del día a día se realizan por transferencia.
Zimbabue vive lo que se considera un caos económico, el cual ha vivido una gran intensificación en la última década. La causa que detonó este panorama actual fue una época de hiperinflación, en la que los precios se multiplicaban diariamente y fue necesario imprimir billetes cada mes. Esto llevó a que hubiese en circulación 100 trillones de dólares zimbabuenses que, realmente, eran equivalentes a pocos dólares americanos.
Tras varios años de hiperinflación insostenible, en el año 2009 llegó el fin del dólar zimbabuense. A partir de ese momento, el país africano decidió aceptar monedas extranjeras como monedas de curso legal en el país. Esto provocó que los ciudadanos empezasen a utilizar otras monedas como dólar estadounidense, rand sudafricano o los euros como “monedas locales”. Esto provocó una mayor estabilidad en la economía, pero al mismo tiempo perdiendo el poder que puede dar el contar con una divisa propia.
La llegada del ‘Bond’
El Gobierno decidió imprimir una nueva moneda llamada Bond, cuyo valor sería el mismo que el dólar estadounidense. Sin embargo, no se trata de una divisa reconocida por los mercados internacionales; y esto hace que solo tenga valor en el mercado local.
La inestabilidad del país y todo lo ocurrido en el pasado hace que haya habido una progresiva devaluación del Bond. Todo invita a pensar que la situación es similar a la de hace una década, pero ahora existe el método de pago EcoCash, el cual lleva a un país sin dinero en efectivo.
¿Qué es EcoCash?
EcoCash es una solución de transferencia de dinero móvil que se desarrolló en Zimbabue y que permite llevar a cabo transacciones financieras simples. Este es el caso de enviar dinero a familiares o amigos, pero también para comprar datos prepagos en Econet; y también para el pago de bienes y servicios.
EcoCash se vio envuelto en informaciones sobre las regulaciones financieras y un control estricto por parte del Banco de la Reserva de Zimbabue, que busca afectar a la capacidad de este sistema para cobrar y retirar dinero.
A pesar de ello, cada vez son más los ciudadanos que apuestan por los pagos digitales, lo que al mismo tiempo está provocando que Zimbabue sea una sociedad sin cash, algo provocado por las crisis económicas sufridas que han ido sufriendo a lo largo del tiempo.
Aunque los comercios ofrecen la posibilidad de hacer un cambio para poder pagar en Bonds pese a que se cuente con una moneda extranjera al pisar Zimbabue; las tarjetas internacionales son inservibles en el país, ya que no se utilizan ni para pagar en comercios ni para retirar dinero de los cajeros. Estos últimos no están operativos, lo que empuja de una u otra manera a los pagos digitales.
La gente local tiene muchas dificultades para poder acceder al dinero en efectivo, por lo que en su día a día lo habitual es utilizar EcoCash, aunque toda transacción lleva asociada una comisión.
