Las criptomonedas son unas monedas virtuales que tienen un valor y una cotización bursátil al mercado económico tradicional, las cuales han creado ciertas dudas en algunas personas a lo largo de los años. Mientras que para algunos son el futuro de las finanzas, el principio del fin del mercado regularizado; mientras que para otros es un riesgo y buscan huir de ellas.
Además, diferentes escándalos recientes han hecho que los creadores de Dogecoin se hayan pronunciado al respecto, tratando de zanjar el tema y criticar de lo que ellos formaron parte hace unos años. en este sentido Jackson Palmer y Billy Markus, responsables de la moneda creada en 2013, son conscientes de que diseñaron una moneda tan importante para millones de personas. Sin embargo, ellos tienen claro que las criptomonedas solo sirven para hacer más ricos a los ricos.
Para Palmer, al ser cuestionado sobre su regreso al mundo de las criptodivisas, aseguró que no regresaría a ellas. Considera que aunque es un ámbito que ha crecido de forma considerable desde su nacimiento, la volatilidad hace que tenga unos ciclos de pérdida de valor muy preocupantes; y que la conclusión haya sido de que los grandes beneficiados han sido los que más dinero poseen, en lugar de servir para el crecimiento económico de aquellos con menos recursos.
En el año 2021 hemos podido ver como monedas como el Ether o el Bitcoin se convirtieron en toda una tendencia para millones de ciudadanos, viviendo así un gran auge. A finales del año 2020 las criptodivisas arrancaron un proceso alcista que le llevó a alcanzar máximos históricos, si bien con el paso de los meses ha ido cayendo. En estos momentos, el sector no pasa por su mejor momento, y la minería de criptomonedas está siendo perseguido por los gobiernos.
El nacimiento de Dogecoin
Cuando en el año 2013 nació Dogecoin, lo hizo en respuesta a aquellos que se aprovechaban de las monedas virtuales de cara a tratar de aprovecharse de personas inocentes con la excusa de liberar el sector económico.
“Después de años estudiándola, creo que la de las criptomonedas es una tecnología inherentemente derechista e hipercapitalista construida principalmente para amplificar la riqueza de sus defensores a través de una combinación de evasión fiscal, reducción de la supervisión regulatoria e imposición de la escasez artificial”, manifestó Jackson Palmer.
Para el creador del Dogecoin, la industria de las criptomonedas se aprovecha de tratar de hacerse rico rápidamente, y que busca aprovecharse de las personas incautas. Aunque ha asegurado que la explotación financiera existía antes de las criptomonedas, esta se ha incrementado con su nacimiento y popularidad.
Mayor libertad a mayor riesgo
Hay quienes no comparten la opinión de Palmer, siendo un claro ejemplo de ello el consejero delegado de Coinbase, Brian Armstrong, que ha querido responder al creador de Dogecoin. A su juicio este es equivoca a la hora de pensar que el gobierno debe ser la solución a los problemas de los ciudadanos. Para él, los mercados libres dan grandes resultados a largo plazo, aunque en un principio puedan ser brutales y confusos.
“Los mercados libres son confusos pero acaban dando buenos resultados, incluso para los más pobres. Las criptos simplemente ofrecen una alternativa para quienes quieren más libertad. Todos pueden tomar su decisión, y eso es probablemente algo bueno”, quiso decir al respecto.
Además, quiso recalcar que aunque las monedas digitales no resolverán el problema de desigualdad en cuánto a la riqueza, sí ayudará a que haya mayor igualdad y movilidad de riqueza. Es decir, de esta forma contribuirá a que haya más oportunidades para todos aquellos, que pueden competir así en igualdad de condiciones hasta cierto punto.
