El Banco de la Reserva de Australia (RBA) ha recurrido a la tecnología distribuida DLT impulsada por Ethereum para empezar a forjar nuevas alianzas. El objetivo es impulsar el desarrollo de su propia CBDC.
Así lo confirmó el RBA en el día de ayer, donde comunicó que combinaría los esfuerzos del Banco Nacional de Australia, ConsenSys, Banco de la Commonwealth y Perpetual para desarrollar una moneda digital centralizada en Australia. Esto se encuentra en la misma línea que el trabajo de la Federal de Estados Unidos para desarrollar su Fedcoin. En cualquier caso, aún se desconoce cómo podrá afectar esta decisión a la adopción de las criptomonedas actual.
El Banco de la Reserva de Australia anunció que empezaría a cooperar con las mencionadas instituciones, para así implementar su nueva CBDC. Con la ayuda de ellas buscará crear una PoC para que se pueda llevar a cabo una emisión tokenizada de la criptomonedas. Esto hará que se pueda recurrir a reembolsos, liquidaciones, préstamos y financiación, los cuales recurren a Ethereum y DLT.
El objetivo del RBA es que se exploren las diferentes implicaciones de una CBDC para eficiencia, gestión de riesgos e innovación en las transacciones del mercado financiero mayorista. No obstante, el análisis preliminar de la viabilidad buscará que se lleve a cabo de una manera rápida.
En la primera mitad del próximo año se espera que pueda llegar su CBDC, aunque todo dependerá de cómo vaya progresando en los próximos meses. De hecho, a finales de 2020 está previsto que la RBA emita un informe propio acerca de estas criptomonedas centralizadas.
China, por delante de los bancos centrales occidentales
El pasado 9 de octubre, el Banco Popular de China comenzó un test de moneda virtual. Este decidió probar emitiendo 10 millones de yuanes digitales a 50.000 ciudadanos chinos que fueron elegidos por sorteo. De esta forma tuvieron la posibilidad de probar con operaciones de compra el uso del yuan digital.
Los bancos centrales de Occidente parecen encontrarse por detrás de China en la carrera por ser los primeros en lanzar sus propias CBDC. De hecho, mientras que el país asiático ya ha empezado con los test, otros grandes bancos centrales aún se encuentran planificándolo.
En conjunto, los bancos centrales de esta parte del mundo deben tener en cuenta que hay varios principios a seguir. Una CBDC debe ofrecer mantenimiento de la estabilidad financiera e innovación; un complemento al sistema de dinero fiduciario; y adhiriéndose al mismo nivel de velocidad y eficacia que las criptomonedas.
Australia se encuentra en este sentido en la línea de estos bancos centrales, que implican entidades de Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Canadá, Suiza, Suecia y Corea del Sur. Lo que sí hay que tener en cuenta es que Australia, dada su cercanía a China, es más probable que decida desarrollar una moneda digital propia para tratar de hacer frente al yuan digital.
En todo caso, por el momento habrá que esperar a ver cómo se desarrollan las pruebas y si los informes recabados por parte del RBA son positivos.
